GRUPO DE ESTUDIO DEL EVANGELIO DEL DOMINGO


MATERIALES para el 
Trabajo Personal/Grupo



VI DOMINGO DE PASCUA CICLO B

Estudio del Evangelio Jn 15, 9-17 

Jesús nos trata de "amigos". Amigos de Dios, también nosotros, como lo habían sido Abrahán y Moisés, es decir, aquellas personas a las que Dios se muestra sin velos. Y afirma que Él, Jesús, ha dado la vida por sus amigos. Y que, con su amor, también nosotros lo podemos hacer


  1. Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer

Cardenal Verdier


Oh Espíritu Santo,

Amor del Padre, y del Hijo,

Inspírame siempre

lo que debo pensar,

lo que debo decir,

cómo debo decirlo,

lo que debo callar,

cómo debo actuar,

lo que debo hacer,

para gloria de Dios,

bien de las almas

y mi propia Santificación.

Espíritu Santo,

Dame agudeza para entender,

capacidad para retener,

método y facultad para aprender,

sutileza para interpretar,

gracia y eficacia para hablar.

Dame acierto al empezar

dirección al progresar

y perfección al acabar.

                                 Amén.


2. Pongo en manos de Dios los hechos vividos esta última semana


3. Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo la frase/idea del Evangelio según Jn 15, 9-17 que me llama la atención...


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

9 –Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. 10 Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. 11 Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. 12 Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. 13 Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. 14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. 15 Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. 16 No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. 17 Esto os mando: que os améis unos a otros.

4. Ahora anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho...

  • ¿Cómo comienza este relato?
  • ¿Qué dice Jesús que ocurre si cumplimos sus mandamientos?
  • ¿Para que nos dijo esto?
  • ¿Cómo es la alegría que Jesús quiere para nuestras vidas?
  • ¿Cuál es el mandamiento que enseña Jesús?
  • ¿Quiénes son los amigos de Jesús?
  • ¿Qué misión encomienda Jesús, a las personas que él llama?

5. Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor...

  • ¿Que significan para mi los mandamientos? ¿Concibo que son una carga pesada? ¿Entiendo que ellos son el camino para permanecer en el amor de Dios?
  • ¿En que momentos de mi vida me sentí amado por Dios? ¿Al recordarlo me dan fuerzas para restablecer mi vida de Fe, y mi relación personal con Dios? ¿Me animo a expresar a los demás este amor tan gran de Dios para conmigo?
  • ¿Qué es lo que me da alegría en mi vida? ¿He considerado en algún momento “alegría”, a algo que luego determine que era un placer menor? ¿Experimento la alegría de ser hijo de Dios? ¿Cómo comunico esta alegría?
  • ¿Me alegro, y doy gracias de saberme elegido y llamado por Dios? ¿De que forma me compromete este llamado hoy? ¿Cuál es el fruto que debo dar?
  • ¿Examino mi mucho o poco amor para con los demás? ¿Qué significa para mi “amarse unos a otros? ¿Estoy dispuesto a esto? ¿Por donde puedo empezar hoy?
  • Me fijo en el testimonio de personas que viven la alegría de la fe, la alegría de darse del todo para hacer la voluntad del Padre.


6. Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)

7. Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo de manera espontánea...

8. Padrenuestro y Avemaría


Notas por si hacen falta

 

Notas sobre los términos “mandamiento” y “siervo” (=esclavo)

 

  • La palabra “mandamiento” (12, 14 y 17) en la Biblia no tiene un sentido legal, jurídico. Significa aquello que te hace llegar a la perfección. El mandamiento del amor, por lo tanto, no es nada que se imponga. El amor no se puede imponer. Sólo se puede ofrecer.
  • Sobre el dilema “siervos”-“amigos” (15) hay que tener en cuenta que el “siervo” (el esclavo) ejecuta y que el “amigo” conoce las intenciones. De todos modos, la palabra “siervo”, que aquí Jesús desestima para identificar a sus discípulos, es una palabra que en la Biblia tiene a menudo un sentido positivo para indicar la fidelidad sin reservas a Dios, de manera que es un título de nobleza.

 

Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio

 

  • Este evangelio de hoy es la continuación del que se nos dio el pasado domingo (Jn 15,1-8).
  • Tiene dos partes con una frase central que las une y que es una referencia a la Pascua de Cristo: el amor más grande es el de Jesús, que “da la vida por sus amigos” (13).
  • En la primera parte, anterior a este versículo, las palabras de Jesús insisten en decir que los discípulos tienen que “permanecer en su amor” (9) del mismo modo que Él “permanece en el amor del Padre” (10), que es la fuente del amor. Arraigados en este amor, podrán “amarse unos a otros como Jesús los ha amado” (12).
  • Lo que sigue al versículo central (13) gira entorno a la palabra “amigos” (13.14.15) y tiene su punto culminante en el “fruto que dure” (16) y la oración que el Padre escucha (16).
  • “Permanecer en el amor” no es una cuestión reducida al mundo de los sentimientos. Está íntimamente vinculado a hacer la voluntad de Aquel que ama. Es decir: Jesús es amado por el Padre y hace su voluntad, “guarda sus mandamientos” (10); los discípulos somos amados por Jesús y hacemos –lo podemos hacer porque tenemos este amor– su voluntad (14), “guardamos sus mandamientos” (9). Por lo tanto: “guardar los mandamientos” (10) sólo es posible desde la actitud de acoger el amor de Aquel que los da; y esta voluntad, este “mandamiento”, consiste en amar, en “dar la vida” (13).
  • Jesús ha recibido del Padre un mandamiento (10,17-18; 12,49; 14,31; 15,9-10) que le indica lo que tiene que decir, lo que tiene que hacer y como tiene que dar la vida. En una palabra, el mandamiento es la voluntad de Dios sobre Jesús, que lo lleva a dar la vida. El mandamiento que Jesús dejará a sus discípulos será el mismo (15,9-10.13).
  • “Dar la vida” (13) es dar vida a los demás, comenzando por los más débiles y por los que tienes al lado. El caso de Jesús es claro, como dice el libro de los Hechos: Dios a Jesús de Nazaret le ungió con el Espíritu Santo y con poder, y él pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el Diablo, porque Dios estaba con él (Hch 10,38). Su muerte en cruz es la culminación de esta vida que da vida paso a paso, una vida que se da totalmente, por amor, no por otra causa que el amor gratuito, el amor que no pide nada a cambio.
  • La afirmación que Jesús “da la vida” es frecuente en el evangelio y en las cartas de Juan (Jn 10,11.15.17.18; 15,13; 1Jn 3,16). Este “dar la vida” de Jesús tiene como consecuencia que los creyentes dan la vida los unos por los otros (Jn 15,13; 1Jn 3,16).
  • Jesús da a los discípulos el título de amigos. Decir que alguien es amigo de Dios, hasta ahora estaba reservado a Abraham y Moisés, a quienes Dios no sólo confía la ejecución de sus mandamientos, sino que les comunicó, cara a cara, el conocimiento de su designio. Jesús nos comunica su intimidad (15).
  • Jesús lleva la iniciativa sobre nosotros, nos eligió (16). Quiere que seamos su presencia en medio del mundo –“dar fruto”–. Y ello sólo será posible si nos amamos unos a otros.
  • “Pedir en su nombre” (16) no se puede hacer si no es en comunión, en íntima unión de los unos con los otros en Él (Jn 15,7).
  • “Para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud” (11). Esta “alegría” la da la comunión de amor, la comunión de voluntades. No es algo superficial ni momentáneo. Es fruto de haberse situado en esta dinámica del amor del Padre.
  • Sugerencia: podemos hacer un estudio de evangelio con los textos en los que aparece “la alegría”: Jn 3,29; 15,11; 16,24; 17,13; Mt 13,44; Lc 1,14.44; 10,21.





GRUPO DE VIDA "Iluminados por el Evangelio Dominical" 💗

Grupo de Vida "Iluminados por el Evangelio Dominical"y llamados a la Acción
Nuestro objetivo principal en este Grupo de Vida "Iluminado por la Palabra" es, quincenalmente los jueves, vivir juntos un proceso de conversión individual y grupal a Jesús, ahondando de manera sencilla en lo esencial del evangelio, de la Palabra De Dios, de la Buena Noticia.
Esto es lo primero y decisivo: hacer juntos un recorrido que nos lleve a conocer mejor a Jesús y a sintonizar vitalmente con él.
Más en concreto, queremos arraigar nuestra vida con más verdad en su persona, su mensaje y su proyecto de hacer un mundo más humano: lo que Jesús llamaba el «reino de Dios».
Reunidos en el nombre de Jesús
Nuestra experiencia se alimenta de la promesa de Jesús: «Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt 18,20). Estos grupos se reúnen en nombre de Jesús, el Cristo resucitado. Él nos convoca y alienta. Él ocupa el centro.
Es espacios de libertad, abiertos a quienes quieren vivir la experiencia de volver a Jesús, «recuperando la frescura original del evangelio» (EG 1) escuchado desde las inquietudes, problemas, sufrimientos y esperanzas de las mujeres y los hombres de hoy.
Este grupos, atraídos por Jesús, se sienten llamados por él a ser pequeño «fermento» de una Iglesia más evangélica al servicio de un mundo más humano.
En un clima de amistad
Hacer juntos este recorrido, buscando a Jesús, es una experiencia renovadora que se vive en un clima de amistad fraterna.
Algunos ya nos conocíamos, otros no. Aquí nos sentimos todos atraídos por Jesús. Él es el primero que nos dice: «Vosotros sois mis amigos» (Jn 15,14).
Nadie está por encima de nadie. Nadie es superior a los demás. En el grupo convivimos mujeres y hombres, creyentes convencidos y personas en búsqueda, laicos y sacerdote…
Poco a poco, el evangelio va despertando en nosotros la comunicación y el diálogo, la confianza mutua y la alegría.
Queremos vivir de la herencia que nos dejó Jesús: «Os dejo la paz, os doy mi paz» (Jn 14,27). Queremos aprender a vivir en el clima de paz que necesita hoy la Iglesia de Jesús para anunciar la Buena Noticia de Dios en medio de un mundo lleno de discordias, conflictos y guerras.
Espacios de conversión a Jesucristo
Entendemos este Grupo de Vida "Iluminado por la Palabra" como un espacio de conversión en la vida de la persona. Tratamos de vivir nuestra fe cristiana como un proceso de recuperación de nuestra identidad irrenunciable de seguidores de Jesús. Esta es la dinámica que inspira, unifica y configura la actuación y el compromiso de este grupo: vivir lo que vivió Jesús; creer en lo que él creyó; dar importancia a lo que él se la daba; mirar a la gente como la miraba él; tratar a todos como los trataba él; invocar al Padre como lo hacía él; contagiar esperanza como él la contagiaba.
Abriendo caminos al proyecto humanizador del Padre
A lo largo de nuestro recorrido en estos grupos vamos descubriendo que no es posible seguir a Jesús sin identificarnos con el proyecto del reino de Dios, que constituye la pasión que animó su vida entera; hacer un mundo más justo y fraterno, más digno y dichoso para todos, empezando por los últimos. Por eso, en este Grupo de Vida "Iluminado por la Palabra" nos sentimos llamados a «buscar el reino de Dios y su justicia», sabiendo que lo demás se nos dará por añadidura (Mt 6,33). Esta pasión por el reino de Dios marca y configura la espiritualidad de nuestro ser cristiano y de este Grupo y nuestro compromiso en los diversos ámbitos de la vida familiar, social, cultural o política.

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