GRUPO DE ESTUDIO DEL EVANGELIO DEL DOMINGO


MATERIALES para el 
Trabajo Personal/Grupo


IV DOMINGO DE PASCUA CICLO B

Estudio del Evangelio Juan 10,11-18

Jesús resucitado se nos presenta como Pastor. Pastor que da la vida por nosotros y por todo el mundo


  1. Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer

Cardenal Verdier


Oh Espíritu Santo,

Amor del Padre, y del Hijo,

Inspírame siempre

lo que debo pensar,

lo que debo decir,

cómo debo decirlo,

lo que debo callar,

cómo debo actuar,

lo que debo hacer,

para gloria de Dios,

bien de las almas

y mi propia Santificación.

Espíritu Santo,

Dame agudeza para entender,

capacidad para retener,

método y facultad para aprender,

sutileza para interpretar,

gracia y eficacia para hablar.

Dame acierto al empezar

dirección al progresar

y perfección al acabar.

                                 Amén.


2. Pongo en manos de Dios los hechos vividos esta última semana


3. Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo la frase/idea del Evangelio según Juan 10,11-18 que me llama la atención...


En aquel tiempo, dijo Jesús:

11 –Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; 12 el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersa; 13 y es que a un asalariado no le importan las ovejas. 14 Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, 15 igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. 16 Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. 17 Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. 18 Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre


4. Ahora anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho...

La fe que hemos renovado en la vigilia pascual, ¿me ha llevado a renovar, efectivamente, los compromisos que derivan de ella: dar la vida por los demás, conocer–amar a Dios y a los demás, trabajar por la “reunión de los hijos de Dios dispersos”...?


5. Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor...

  • Si tuviera que hacer una comparación con mi estilo y docilidad ¿Puedo decir con certeza que Jesús es el Buen Pastor de mi vida y que yo me dejo guiar por Él?
  • ¿Reconozco la voz de Jesús en medio de tantas voces en el mundo que me proponen la felicidad?
  • ¿Cómo distingo esta voz de Jesús en medio de todas las ofertas que recibo, que son de los asaltantes?
  • ¿Entiendo que Jesús me conoce íntimamente? ¿Abro mi corazón a la experiencia con Jesús?
  • ¿Cómo colaboro con la misión del Señor de buscar otras ovejas para su rebaño? Hoy en día, unas tres cuartas parte de la Población del mundo no conoce a Cristo ¿Me mueve esta cifra para ser su compañero en la misión de evangelizar?
  • ¿Soy agradecido con el Señor que entregó su vida por salvarme?
  • ¿A quien he visto que da la vida por los demás, a la manera de Jesús?


6. Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)



7. Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo de manera espontánea...


8. Padrenuestro y Avemaría








Notas por si hacen falta

 

Notas sobre el texto y su contexto

 

  • El evangelista Juan pone muchas veces en boca de Jesús el yo soy: yo soy el pan de vida (Jn 6,35), yo soy la luz del mundo (Jn 8,12), yo soy la puerta (Jn 10,7), yo soy el pastor (Jn 10,11), yo soy la resurrección y la vida (Jn 11,25), yo soy el camino, la verdad y la vida (Jn 14,6), yo soy la vid (Jn 15,1)... Esta expresión evoca la experiencia del Éxodo (Ex 3,1-22): Dios se da a conocer a su pueblo con la acción liberadora, generando el paso de la esclavitud a la libertad; el nombre, yo soy el que soy (Ex 3,14) quiere expresar esta identidad del Dios que actúa liberando.
  • El evangelista, por lo tanto, identifica a Jesús con el Dios de la liberación. De este modo, la imagen del “pastor” (11.14) que encontramos en este pasaje, precedida del “yo soy”, tiene que entenderse, en primer lugar, desde esta clave: un “pastor” que libera.
  • La imagen del “pastor” ya había sido utilizada muchas veces en la Biblia (Is 40,11; Ez 34,15; 37,24; Sl 23,1; Sir 18,13; Hb 13,20; Ap 7,17; Mc 10,45). El “pastor” es el que cuida de las ovejas y las conduce a praderas en las que puedan comer y tengan vida.

 

Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio

 

  • En este pasaje, a “pastor” se le añade el calificativo de “bueno” (11.14). Lo cual no tiene que llevarnos a lo que sugieren determinadas esculturas o pinturas –incluso cierta literatura piadosa–, de un Jesús blando y pasivo, que se resigna y hace que nos resignemos ante la “maldad” de los demás. No tiene nada que ver. Jesús es el “pastor bueno”, es decir, el de verdad, el auténtico. Se expresa, entonces, la cualidad de este pastor, del mismo modo que se decía que el vino era “el bueno” (Jn 2,10), o que se dirá de las obras (Jn 10,32), o que la parábola de los sinópticos lo dice de la tierra (Mt 13,8). Más que el buen pastor, Jesús es el pastor bueno.
  • Como habían hecho los profetas (Jr 23,3ss; Ez 34,10ss), esta cualidad de Jesús como pastor bueno es puesta en contraste con el que no es bueno: “el asalariado” (12), el mercenario. Con este contraste se pone de relieve lo que se está diciendo sobre Jesús y su misión: viene a “dar la vida” (11) sin pedir nada a cambio, de forma totalmente gratuita. Es lo que celebramos en la Pascua.
  • Que “da la vida” (11.15.17.18) significa que se arriesga para defender a sus ovejas (12-13). Es decir, Jesús se compromete con nosotros, se acerca a quienes están en los márgenes, a los enfermos, a los pobres... come con los pecadores y los incorpora a su grupo... Se compromete.
  • Jesús “da la vida” en la medida en que Él es “la vida” (Jn 14,6; 1,4; 11,25). La fe en Él –que hemos renovado en la Pascua– nos conduce a participar de esta vida (Jn 20,31; 3,15). La consecuencia: los creyentes en Él daremos la vida por los demás (Jn 15,13; 1Jn 3,16).
  • “Conocer” (15.16) es una palabra que, en la Biblia, y en Jn especialmente, está estrechamente relacionada con “amar”. Jesús está hablando del amor entre Él y nosotros (14), un amor que viene del amor que hay entre el Padre y el Hijo (15).
  • La unión entre todos los hijos de Dios que estaban dispersos (Jn 11,52), toda la humanidad, que incluye “otras ovejas” (16), no sólo los judíos, será una realidad gracias a Jesús y a su muerte generosa.
  • “Entregar la vida para recuperarla” (17-18): es la Pascua, la muerte y resurrección de Jesucristo.




GRUPO DE VIDA "Iluminados por el Evangelio Dominical" 💗

Grupo de Vida "Iluminados por el Evangelio Dominical"y llamados a la Acción
Nuestro objetivo principal en este Grupo de Vida "Iluminado por la Palabra" es, quincenalmente los jueves, vivir juntos un proceso de conversión individual y grupal a Jesús, ahondando de manera sencilla en lo esencial del evangelio, de la Palabra De Dios, de la Buena Noticia.
Esto es lo primero y decisivo: hacer juntos un recorrido que nos lleve a conocer mejor a Jesús y a sintonizar vitalmente con él.
Más en concreto, queremos arraigar nuestra vida con más verdad en su persona, su mensaje y su proyecto de hacer un mundo más humano: lo que Jesús llamaba el «reino de Dios».
Reunidos en el nombre de Jesús
Nuestra experiencia se alimenta de la promesa de Jesús: «Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt 18,20). Estos grupos se reúnen en nombre de Jesús, el Cristo resucitado. Él nos convoca y alienta. Él ocupa el centro.
Es espacios de libertad, abiertos a quienes quieren vivir la experiencia de volver a Jesús, «recuperando la frescura original del evangelio» (EG 1) escuchado desde las inquietudes, problemas, sufrimientos y esperanzas de las mujeres y los hombres de hoy.
Este grupos, atraídos por Jesús, se sienten llamados por él a ser pequeño «fermento» de una Iglesia más evangélica al servicio de un mundo más humano.
En un clima de amistad
Hacer juntos este recorrido, buscando a Jesús, es una experiencia renovadora que se vive en un clima de amistad fraterna.
Algunos ya nos conocíamos, otros no. Aquí nos sentimos todos atraídos por Jesús. Él es el primero que nos dice: «Vosotros sois mis amigos» (Jn 15,14).
Nadie está por encima de nadie. Nadie es superior a los demás. En el grupo convivimos mujeres y hombres, creyentes convencidos y personas en búsqueda, laicos y sacerdote…
Poco a poco, el evangelio va despertando en nosotros la comunicación y el diálogo, la confianza mutua y la alegría.
Queremos vivir de la herencia que nos dejó Jesús: «Os dejo la paz, os doy mi paz» (Jn 14,27). Queremos aprender a vivir en el clima de paz que necesita hoy la Iglesia de Jesús para anunciar la Buena Noticia de Dios en medio de un mundo lleno de discordias, conflictos y guerras.
Espacios de conversión a Jesucristo
Entendemos este Grupo de Vida "Iluminado por la Palabra" como un espacio de conversión en la vida de la persona. Tratamos de vivir nuestra fe cristiana como un proceso de recuperación de nuestra identidad irrenunciable de seguidores de Jesús. Esta es la dinámica que inspira, unifica y configura la actuación y el compromiso de este grupo: vivir lo que vivió Jesús; creer en lo que él creyó; dar importancia a lo que él se la daba; mirar a la gente como la miraba él; tratar a todos como los trataba él; invocar al Padre como lo hacía él; contagiar esperanza como él la contagiaba.
Abriendo caminos al proyecto humanizador del Padre
A lo largo de nuestro recorrido en estos grupos vamos descubriendo que no es posible seguir a Jesús sin identificarnos con el proyecto del reino de Dios, que constituye la pasión que animó su vida entera; hacer un mundo más justo y fraterno, más digno y dichoso para todos, empezando por los últimos. Por eso, en este Grupo de Vida "Iluminado por la Palabra" nos sentimos llamados a «buscar el reino de Dios y su justicia», sabiendo que lo demás se nos dará por añadidura (Mt 6,33). Esta pasión por el reino de Dios marca y configura la espiritualidad de nuestro ser cristiano y de este Grupo y nuestro compromiso en los diversos ámbitos de la vida familiar, social, cultural o política.

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