II DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
- Is 49, 3. 5-6. Te hago luz de las naciones, para que seas mi salvación.
- Sal 39. R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
- 1 Cor 1, 1-3. A vosotros, gracia y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
- Jn 1, 29-34. Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Cristo es la luz de las naciones que ha venido a rescatarnos de la oscuridad de nuestros pecados (1 Lect). Y lo va a hacer desde la obediencia a la voluntad de Dios en todo, hasta la ofrenda de su vida en la cruz (Sal resp) Ese debe ser siempre nuestro propósito que pedimos en el Padrenuestro: «Hágase tu voluntad». Él es el Cordero que quita el pecado del mundo a quien invocamos en el rito de la comunión pidiéndole que tenga piedad de nosotros y nos dé su paz. Él es el Hijo de Dios que nos ha bautizado con el Espíritu Santo (Ev).
JORNADA DE LA INFANCIA MISIONERA
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