IV DOMINGO DE PASCUA
- Hch 2, 14a. 36-41. Dios lo ha constituido Señor y Mesías.
- Sal 22. R. El Señor es mi pastor, nada me falta.
- 1 Pe 2, 20b-25. Os habéis convertido al pastor de vuestras almas.
- Jn 10, 1-10. Yo soy la puerta de las ovejas.
- Hch 2, 14a. 36-41. Dios lo ha constituido Señor y Mesías.
- Sal 22. R. El Señor es mi pastor, nada me falta.
- 1 Pe 2, 20b-25. Os habéis convertido al pastor de vuestras almas.
- Jn 10, 1-10. Yo soy la puerta de las ovejas.
Cristo es nuestro Pastor y nosotros somos su rebaño, llamados a participar en su admirable victoria sobre el pecado y la muerte (cf. Co). A través del bautismo nos integramos en la Iglesia, su rebaño (1 Lect), y hemos vuelto al pastor y guardián de nuestras vidas (2 Lect). Por eso, podemos siempre cantar llenos de con- fianza en Cristo: «El Señor es mi pastor, nada me falta». Él nos da su gracia en los sacramentos, especialmente en la eucaris- tía, cuya mesa abundante nos prepara cada domingo (Sal resp). Y, entrando por él, la Puerta de las ovejas (Ev), nos salvaremos.
JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES y JORNADA Y COLECTA DE VOCACIONES NATIVAS
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