“La palabra de Dios rompe nuestras cadenas”
(Semana para la unidad de los cristianos 2018)
Muchos de nosotros comenzamos el año con algunas metas a las que nos gustaría llegar o seguir acercándonos a lo largo de los próximos 365 días que se presentan delante nuestra. En este sentido resulta oportuno que en este primer mes del 2018 dediquemos una semana para pedir a Dios juntos por la unidad de los que nos reconocemos como hijos e hijas suyos.
El texto base que se nos propone para esta “Semana de oración por la unidad de los cristianos” es de lo más sugerente: Exodo 15:1-21, se trata de un cántico o mejor dicho dos cánticos de alabanza que se ofrecen a Dios por parte de Moisés y de María, la hermana de Aarón. Una alabanza que se ofrece desde una profunda experiencia espiritual y social: la LIBERACIÓN DE DIOS, que es lo mismo que la experiencia del DIOS QUE LIBERA.
Así entendió el pueblo de Israel al Dios del universo, como Aquel que les liberó de la esclavitud a fin de poder ser un pueblo capaz de encarnar la propuesta de vida que Dios tiene para el resto de naciones y pueblos. De este modo también deberían haberse entendido a sí mismos, es decir, como el pueblo liberado para liberar a otros, los que han recibido la misericordia divina para poder compartirla con los demás.
Todos sabemos que la realidad fue muy diferente. Israel fracasó en muchos aspectos, no supieron recibir la gracia soberana de Dios con toda sus implicaciones, acabaron divididos y lejos de liberar a nadie acabaron cayendo ellos mismos en diferentes formas de esclavitudes, incluida aquella que les llevó a una interpretación de la Escritura revelada que no dejaba ver a Dios, al menos no al Padre de Jesús como podemos ver con toda claridad en cada uno de los Evangelios.
Con la misma honestidad que la Biblia usa para describirnos esta triste realidad se nos muestra también que la fidelidad soberana de Dios es mayor que la debilidad humana. Bien nos enseña María, la hermana de Aarón “Cantad al Señor, porque sublime ha sido su victoria; caballos y jinetes hundió en el mar” (Exodo 15:21)
La pertinencia y actualidad de la Palabra de Dios no deja de asombrarnos, ya que también nosotros hemos sido constituidos como UN ÚNICO PUEBLO DE DIOS, UN ÚNICO CUERPO DE CRISTO liberados de la esclavitud de otros faraones que nos impedían vivir con dignidad y esperanza: la ignorancia, la arrogancia, el egoísmo, ansías de poder… También nosotros tenemos el privilegio de ser testimonio vivo del amor y el perdón de Dios. También nosotros hemos fracasado en no pocas ocasiones a la hora de alcanzar esta meta.
Pero el Dios del éxodo está con nosotros, en realidad no ha hecho otra cosa que acercarse cada vez más a la débil condición humana a fin de mostrarnos con mayor claridad la magnitud de su amor y poder. Y es por ello que celebramos con gratitud y esperanza esta “Semana de la unidad”, viendo en sus diferentes actividades y eventos auténticos signos proféticos que apuntan al perdón, la gracia, la comunión… en definitiva, al Reino de Dios que se sigue acercando a este mundo.
El Dios encarnado en Jesús de Nazaret continúa guiándonos con su Espíritu Santo hacia la liberación plena, aquella en la que no haya lugar para las divisiones ni rivalidades, aquella en la que acaben hundidos en el mar los “caballos” de la intolerancia y los “jinetes” del rencor, aquella que nos lleva a cantar ya desde ahora “Fue tu diestra quien lo hizo, resplandeciente de poder; tu diestra, Señor, aniquiló al enemigo” (Exodo 15: 6)
Los cristianos todos, sin división, queremos acogernos ante estas palabras de liberación y orar unidos para liberarnos de todas las cadenas y ofrecer juntos al mundo la salvación del Evangelio de Jesús, el Cristo.
Mariano de Arellano, pastor de la Iglesia evangélica española.
Miguen Ángel Caja Ríos, Pastor de la Iglesia Batista.
Ioan Sirbu, Sacerdote de la Iglesia ortodoxa rumana.
José Moreno Losada, Sacerdote católico, delegado de ecumenismo.
Badajoz, 18 de enero de 2018
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