Con la celebración de hoy comenzamos la Cuaresma, cuarenta días de preparación para la renovación de las promesas bautismales en Pascua de Resurrección, mediante la oración, la limosna y el ayuno. Estas prácticas penitenciales debemos hacerlas en lo secreto: «Y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará» (Ev.). Pero para encontrarles ese sentido penitencial, antes tene- mos que reconocer que somos pecadores: «Misericordia, Señor, hemos pecado» (sal. resp.) y que necesitamos en este tiempo de gracia dejarnos reconciliar con Dios (2 lect.). El mejor medio será celebrar el sacramento de la penitencia, en el que expresamos que nuestra conversión no es puramente exterior, sino que de ver- dad queremos rasgar nuestros corazones arrepentidos (cf. 1 lect.).
Este video explicativo nos ayudará a situarnos, con responsabilidad y respeto, en nuestra celebraciones presenciales (con un aforo de 30 participantes).
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