CORPUS CRISTHI - B
“Tomad y comed... tomad y bebed...”
INVOCACIÓN
En ti, Señor, está la fuente de la vida nueva y nosotros te damos gracias: eres sustento nuestro en el pan de tu cuerpo y en el vino de tu sangre. Nos invitas así a la alianza nueva: aquella que hemos de celebrar plenamente cuando venga tu reino definitivo. ¡Oh Cuerpo y Sangre de Cristo! vínculo de caridad y prenda de unidad: haz que deseemos tener hambre solo de Ti; haznos compartirte como fuente de amor, con los más necesitados de la tierra; haznos darte gracias con la vida, por este misterio de tu entrega. Y condúcenos en esta alianza nueva al día en que beberás de nuevo el vino nuevo en el Reino del Padre. Amén.
INTRODUCCIÓN
La solemnidad de CORPUS CHRISTI, la del Cuerpo y la Sangre del Señor Jesús es una fiesta que expresa y sintetiza lo que es Dios para nosotros y de esto nos hace ver la actitud y la disposición que debemos tener nosotros ante Él. Pues por un lado, al profesar y reconocer que en las especies de pan y vino está presente el Señor Jesús, en cuerpo, alma y divinidad, Él hombre verdadero y Dios verdadero, estamos viendo la manera como Dios se relaciona con nosotros, pues es Alguien cercano a nosotros, que no solo se ha dado a conocer, sino que se ha quedado a nuestro lado, para vivificarnos y plenificarnos con su presencia viva y real. Por otro lado, al reconocer que Jesús, TODO, hombre y Dios verdadero lo encontramos en las especies de pan y vino, nos condiciona en nuestra vida de fe, pues no podemos decir que creemos en Dios, sin reconocer su presencia viva en la Eucaristía. Además el medio privilegiado que tenemos para ser vivificados y transformados por Él, lo encontramos aquí, pues lo encontramos a Él, en cuerpo, alma y divinidad, a Dios en persona, en las especies sacramentales.
Celebrar la solemnidad de Corpus Christi es colocarnos en el corazón de todo lo que creemos, en el sentido de toda nuestra fe, pues ahí, encontramos a vivo, en persona, que nos vivifica y nos transforma con su vida.
CANTO:
Pasar por la vida haciendo el bien y hacer el mundo y de la vida una búsqueda continua de servicio de fraternidad, es el mejor signo de que nos alimentamos del Señor que al reconocer a Jesús en la Eucaristía nos ayude a reconocerlo también en todos los hermanos y de modo especial en los que más sufren.
EVANGELIO Mc 14, 12-16. 22-26
El primer día de los Ácimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos: «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?». Él envió a dos discípulos diciéndoles: «Id a la ciudad, os saldrá al paso un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo, y en la casa adonde entre, decidle al dueño: “El Maestro pregunta: ¿Cuál es la habitación donde voy a comer la Pascua con mis discípulos?”.
Os enseñará una habitación grande en el piso de arriba, acondicionada y dispuesta. Preparádnosla allí». Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la Pascua.
Mientras comían, tomó pan y, pronunciando la bendición, lo partió y se lo dio diciendo: «Tomad, esto es mi cuerpo». Después tomó el cáliz, pronunció la acción de gracias, se lo dio y todos bebieron.
Y les dijo: «Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos. En verdad os digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios». Después de cantar el himno, salieron para el monte de los Olivos.
¿QUÉ DICE EL TEXTO?
Marcos nos relata la celebración de la Pascua de Jesús con sus discípulos, pero ahora Él es el Cordero que se entrega para darnos vida. Jesús nos da su cuerpo y su sangre para sellar la alianza definitiva. Él es nuestro alimento de salvación y ofrecido a todos nos abre la esperanza de la mesa junto a Dios
-¿Quién toma la iniciativa en todo lo que se refiere a la preparación de la cena?
-¿Por qué Jesús pone tanto cuidado en la celebración de esta fiesta?
-¿Qué gestos realiza Jesús durante la cena? ¿Qué palabras acompañan estos gestos?
-¿Qué quiere expresar con ellos?
MEDITACION: ¿QUÉ ME / NOS DICE DIOS EN EL TEXTO?
No basta con repetir materialmente los gestos y las palabras de jesús. En cada eucaristía el Señor nos invita a identificarnos con las actitudes de fondo que le llevaron a entregar su vida por todos. Si nuestra comunión no es expresión de esta nueva alianza de amor con Dios y con los demás será un rito vacío de contenido.
El Señor nos ha dejado la expresión máxima de su amor, quedándose. Él mismo, en cuerpo y alma en las especies del pan y del vino, nos ha dejado la Eucaristía, veamos pues, cómo estamos respondiendo a ese amor que nos tiene...
-¿Qué es la Eucaristía para mí?, ¿qué lugar ocupa en mi fe, en mi vida?
-¿De qué manera le doy toda la importancia que ella tiene para nuestra fe?, ¿ocupa un lugar en mi espiritualidad o es simplemente parte de un rito donde participo?, ¿lo siento así?, ¿por qué?
-¿De qué manera participo en la celebración Eucarística?, ¿la vivo, la siento o simplemente voy ...por ir...? ¿Es para mí el punto alto de la semana, el momento de mayor comunión con el Señor o es simplemente algo rutinario, ...algo aburrido...?
-El comulgar, el recibir al Señor ¿lo vivo como un momento único, especial, cuando el Señor me llena de su presencia y así busco vivirlo con la mayor unción posible o cómo la vivo?, ¿de qué manera me dispongo y me preparo para vivir lo que el Señor quiere y espera de mí?
-¿De qué manera llego para comulgar?, ¿cómo anda mi preparación tanto inmediata como la remota para recibir al Señor?, y...¿el tema de la confesión, ...el barrer el alma para que el Señor la encuentre limpia...?
ORACIÓN: ¿QUÉ LE DIGO AL SEÑOR MOTIVADO POR SU PALABRA?
Viendo que el Señor nos ha dado la prueba más palpable y significativa de su amor hacia nosotros, al darse Él mismo, al quedarse Él en cuerpo y alma en la Eucaristía, aprovechemos este momento para expresarle todo lo que sentimos a su respecto.
El Señor nos dejó lo máximo que podía habernos dejado, se dio a sí mismo, se quedó El en cuerpo y alma, Él todo, sabiendo esto recurramos a Él con toda confianza.
-Señor Jesús, Tú que te diste a ti mismo, dejándonos tu cuerpo y tu sangre...
-Señor, Tú que en la Eucaristía, estás Tú todo, hombre y Dios verdadero...
-Señor Jesús, que Tú estás vivo y presente en la Eucaristía...
TODO HONOR Y TODA GLORIA...
-a ti, que siendo Dios y hombre verdadero, estás en cuerpo y alma presente en la Eucaristía... Bendito y alabado seas...
-a ti, que en las especies de pan y vino, estás Tú TODO, hombre y Dios verdadero... Bendito y alabado seas...
-a ti, que estás vivo y presente en las especies de pan y vino... Bendito y alabado seas...
-a ti, que estas presente en la Eucaristía y ahí nos vivificas con tu vida... Bendito y alabado seas...
-a ti, que eres el mismo que murió y resucitó y que ahora estás en la Eucaristía, llenándonos de tus bendiciones... Bendito y alabado seas...
-a ti, que eres Dios y hombre verdadero, que te has quedado con nosotros... Bendito y alabado seas...
-a ti, que estás en el pan y en el vino, siendo Tú el Dios vivo que nos llenas de ti... Bendito y alabado seas...
-a ti, que estás presente en cuerpo y alma, para darnos tu vida... Bendito y alabado seas...
-a ti, que vienes a nosotros y nos llenas de ti, con tu presencia viva... Bendito y alabado seas...
-a ti, que te das totalmente en la Eucaristía... Bendito y alabado seas...
-a ti, que transformas la vida de los que creen en ti... Bendito y alabado seas...
-a ti, que te das Tú mismo, para vivificarnos a nosotros... Bendito y alabado seas...
-a ti, que vienes a nosotros y que nos transformas en ti... Bendito y alabado seas...
-a ti, que no nos has dejado cosas, sino que te has quedado Tú mismo... Bendito y alabado seas...
-a ti, que eres Señor y Dios vivo, que te das a nosotros... Bendito y alabado seas...
Tú, Señor que estás vivo, que en el pan y en el vino estás Tú, TODO, hombre y Dios verdadero, abre nuestro corazón, para que viendo ese pan y ese vino, te veamos a ti, Dios vivo, desde donde irradias tu amor y tu misericordia, desde donde nos transformas interiormente, desde donde nos das tus gracias y tus bendiciones. Danos Señor, la gracia de encontrarte vivo, en la Eucaristía.
Tú, Señor, que estás presente en cuerpo, alma y divinidad, en el pan y en el vino, regálanos la gracia de sentir que el corazón nos arde de alegría porque ahí estás Tú Dios vivo y verdadero, inundándonos de tu presencia y de tu amor. Señor, actúa Tú en nosotros y vivifícanos en ti, dándonos tu amor y tu paz.
Tú Señor, que estás presente en las especies de pan y vino, y que vienes a nosotros en la comunión, que te unes a nosotros íntimamente a ti, viniendo Tú a nuestra vida, vivificándonos con tu vida y tu ser, haz que cada vez que te recibamos nos sintamos renovados e inundados por ti.
CONTEMPLACIÓN: ¿QUÉ ME LLEVA A HACER EL TEXTO? ¿CÓMO REFLEJO EN MI VIDA LO QUE ME DICE DIOS EN EL TEXTO?
+«Reconoced en el pan al mismo que pendió en la cruz; reconoced en el cáliz la sangre que brotó de su costado. Tomad, pues, y comed el cuerpo de Cristo, tomad y bebed su sangre. Sois ya miembros de Cristo. Comed el vínculo que os mantiene unidos, no sea que os disgreguéis; bebed el precio de vuestra redención, no sea que os depreciéis». (Responsorio de la segunda lectura del Oficio de lecturas).
+Nos disgregamos cuando no somos dóciles a la Palabra del Señor, cuando no vivimos la fraternidad entre nosotros, cuando competimos por ocupar los primeros sitios, cuando no encontramos la valentía de testimoniar la caridad, cuando no somos capaces de dar esperanza. Así nos disgregamos. (Papa Francisco)
+La Eucaristía nos ayuda a no disgregarnos, porque es vínculo de comunión, es realización de la Alianza, signo vivo del amor de Cristo que se humilló y abajó para que nosotros permaneciésemos unidos. Participando en la Eucaristía y alimentándonos de ella, somos introducidos en un camino que no admite divisiones. (Papa Francisco)
+El Cristo presente en medio de nosotros, en el signo del pan y del vino, exige que la fuerza del amor supere toda laceración, y al mismo tiempo se convierta en comunión también con el más pobre, apoyo para el débil, atención fraterna hacia quienes luchan por sostener el peso de la vida diaria, y están en peligro de perder la fe. (Papa Francisco)
+¿Qué significa hoy para nosotros depreciarnos, o sea aguar nuestra dignidad cristiana? Significa dejarnos mellar por las idolatrías de nuestro tiempo: el aparentar, el consumir, el yo en el centro de todo; pero también ser competitivos, la arrogancia como actitud triunfante, el no admitir nunca haberme equivocado o tener necesidad. Todo esto nos deprecia, nos hace cristianos mediocres, tibios, insípidos, paganos. (Papa Francisco)
+La Eucaristía actualiza la Alianza que nos santifica, nos purifica y nos une en comunión admirable con Dios. Aprendemos que la Eucaristía no es un premio para los buenos, sino que es la fuerza para los débiles, para los pecadores. Es el perdón, es el viático que nos ayuda a dar pasos, a caminar. (Papa Francisco)
+Hoy, fiesta del Corpus Christi, tenemos la alegría no sólo de celebrar este misterio, sino también de alabarlo y cantarlo por las calles de nuestra ciudad. Que la procesión… exprese nuestro reconocimiento por todo el camino que Dios nos hizo recorrer a través del desierto de nuestras pobrezas, para hacernos salir de la condición servil, alimentándonos con su Amor mediante el Sacramento de su Cuerpo y de su Sangre. (Papa Francisco)
+Mientras caminemos a lo largo de la calle, sintámonos en comunión con los numerosos hermanos y hermanas nuestros que no tienen la libertad de expresar su fe en el Señor Jesús. Sintámonos unidos a ellos: cantemos con ellos, alabemos con ellos, adoremos con ellos. Y veneremos en nuestro corazón a los hermanos y hermanas a quienes se les ha pedido el sacrificio de la vida por fidelidad a Cristo: que su sangre, unida a la del Señor, sea prenda de paz y reconciliación para todo el mundo. (Papa Francisco)
CANTO:
COMPARTIMOS LA VIDA
La Palabra compartida. Contrasto con otros mi respuesta a la Palabra. Dialogo con los hermanos. Escucho a los demás y les comunico mi vivencia. Me dejo enriquecer por lo que el Señor ha inspirado a otros.
¿Cómo vivo la Eucaristía? ¿Qué proceso vital, a lo largo de tu historia, tiene de la participación en la Eucaristía?
COMPROMISO
Siendo conscientes de que en la Eucaristía está Dios en persona, en cuerpo y alma, al celebrar esta fiesta del Cuerpo y la Sangre del Señor, veamos qué va a cambiar en nuestra vida y en nuestra espiritualidad al saber que Dios está con nosotros.
- La solemnidad del Corpus, es una llamada a procura vivir con mayor conciencia, fe, amor y gratitud cada eucaristía y acudir con frecuencia a visitar a Jesús en el Sagrario, con una actitud de adoración y veneración.
- Que tu amor a Jesús se convierta en obras de caridad y de auténtica vida cristiana. Sólo así serás un verdadero testimonio de Él ante el mundo.
- El día del Corpus, es el día de laLa solemnidad del Corpus, es una llamada a procura vivir con mayor conciencia, fe, amor y gratitud cada eucaristía y acudir con frecuencia a visitar a Jesús en el Sagrario, con una actitud de adoración y veneración.
- Que tu amor a Jesús se convierta en obras de caridad y de auténtica vida cristiana. Sólo así serás un verdadero testimonio de Él ante el mundo.
- El día del Corpus, es el día de la Caridad fraterna. Vive el amor a la eucaristía, en el amor al prójimo.
- El Señor te invita a reconocer y vivir gozosamente su presencia eucarística. Busca como puedes conseguirlo, procura ponerte en la presencia de Dios, invoca al Espíritu Santo, para acercarte con sencillez de corazón al “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”.
- La Eucaristía es “acción de gracias”. Procura que cada momento del día, sean actos de agradecimiento al Señor por quedarse con nosotros.
- Invita a alguien que no suele ir a misa para que en la semana te acompañe y comience a comprenderla, valorarla, vivirla… Caridad fraterna. Vive el amor a la eucaristía, en el amor al prójimo.
- El Señor te invita a reconocer y vivir gozosamente su presencia eucarística. Busca como puedes conseguirlo, procura ponerte en la presencia de Dios, invoca al Espíritu Santo, para acercarte con sencillez de corazón al “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”.
- La Eucaristía es “acción de gracias”. Procura que cada momento del día, sean actos de agradecimiento al Señor por quedarse con nosotros.
- Invita a alguien que no suele ir a misa para que en la semana te acompañe y comience a comprenderla, valorarla, vivirla…
ORACIÓN FINAL
Pidamos al Señor que todo lo que hemos conocido de Él lo podamos asumir como propuesta de vida y que eso nos lleve a imitar sus actitudes y su manera de ser.
Vivifícanos Señor en ti por tu Cuerpo y tu Sangre, y haz que seamos sensibles a tu presencia viva y real en la Eucaristía, sintiendo y viendo que ahí estás Tú, el mismo que nació de María Virgen, el que murió en la cruz, el que resucitó y está vivo, y que ahora estás continuamente presente en la Eucaristía. Danos Señor, la gracia de encontrarte vivo y presente en la Eucaristía. para que ahí nos transformes y renueves uniéndonos siempre más a ti. AMEN.
CANTO:
No hay comentarios:
Publicar un comentario