MANIFIESTO
DÍA DEL MUNDO RURAL 2018
El Movimiento Rural Cristiano, el Movimiento de Jóvenes Rurales Cristianos y Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz, somos conscientes del gran drama que supone el despoblamiento. Y esto no lo sabemos desde la mirada externa de quien contempla, lo sabemos desde el conocimiento profundo de quien lo sufre día a día.
Pero también como personas que vivimos en el pueblo, que sentimos y gozamos lo rural, sabemos que en nuestro entorno hay muchos valores que configuran nuestra cultura. Valores que provienen de la naturaleza, de las relaciones sociales y de la espiritualidad sencilla pero profunda.
Por eso miramos al futuro sin ingenuidad, pero con ilusión y esperanza.
- Sin ingenuidad porque somos conscientes de la profundidad del problema y no solo para nosotros/as, sino para toda la sociedad (con la desaparición de los pueblos, desaparece una cultura).
- Con ilusión porque somos capaces de ver la gran cantidad de experiencias de personas que han optado por una vida en el pueblo y de colectivos que siguen poniendo su empeño en dar vida al Mundo Rural.
- Y con esperanza porque sabemos que podemos aportar un estilo de vida diferente al que se ofrece en las ciudades. No decimos un estilo de vida mejor, pero tampoco peor. Simplemente creemos que podemos aportar un estilo de vida diferente.Y, por todo esto, nosotros/as, militantes comprometidos con el Mundo Rural, voluntarios/as de las Cáritas Parroquiales, animamos a todas las personas y colectivos del Mundo Rural a realizar un trabajo en común para construir juntos desde lo que nos preocupa: la vida de nuestros pueblos. Y además exigimos:
- Que se reconozca nuestra aportación a una vida sana, a una alimentación equilibrada, a unos espacios de aire puro, no contaminado, a unas relaciones humanizadas y a una cercanía que nos hace sentirnos hermanos de nuestros vecinos.
- Una legislación que cuente con una discriminación positiva hacia el Mundo Rural, valorando nuestras aportaciones y teniendo en cuenta que la despoblación de nuestros pueblos supone un serio problema social, económico y medioambiental de nuestra tierra.
- Que las administraciones hagan su papel de servir al Bien Común y no solo a los intereses de unos pocos que llevan a privatizar y concentrar los servicios en los grandes núcleos.Desde el MJRC, el MJRC y Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz os queremos invitar a mirar de forma positiva al Mundo Rural y su cultura porque estamos firmemente convencidos de que es posible“VIVIR EN LOS PUEBLOS, VIVIR LO RURAL”.
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