Enero: Por la unidad de todos los creyentes en Cristo, para que pronto llegue el día en que las iglesias y comunidades eclesiales seamos uno como lo quiere el Señor.
Febrero: Por quienes sufren hambre y cualquier forma de pobreza, para que reciban la ayuda que necesitan y la riqueza sea justamente distribuida en el mundo.
Marzo: Por los jóvenes, para que escuchen la voz de Dios que les llama a una vocación al ministerio sacerdotal y la Iglesia se vea enriquecida con abundantes ministros y testigos del Evangelio.
Abril: Por los niños y adultos que reciben los sacramentos de la Iniciación cristiana, para que sean miembros vivos de la Iglesia y colaboradores activos de su misión.
Mayo: Por las familias cristianas, para que sean auténticas iglesias domésticas donde se viva y transmita el Evangelio de Jesucristo, y por los Laicos, para que santifiquen fielmente el orden temporal.
Junio: Por las personas consagradas a vivir en pobreza, castidad y obediencia, para que sus vidas sean testimonio del Reino de Dios.
Julio: Por los ancianos, especialmente por los que viven en soledad, para que encuentren en la familia y en la sociedad la ayuda que necesitan, y en Dios el consuelo espiritual; y para que, por intercesión del Apóstol Santiago, Patrón de España se fortalezca la fe de los pueblos de España.
Agosto: Por los profesionales que ayudan a los demás en los distintos servicios públicos de la sociedad, incluso con riesgo de sus vidas, para que lo hagan siempre con generosidad, desprendimiento y amor.
Septiembre: Por los catequistas y profesores de religión, para que tengan siempre presente la importancia de su misión y se formen adecuadamente a fin de que su labor produzca frutos abundantes.
Octubre: Por los evangélicos, judíos, musulmanes, creyentes de otras religiones, no creyentes, los indiferentes y los que se han alejado de la Iglesia, para que por el testimonio de fe y buenas obras de los creyentes, lleguen a experimentar la alegría del encuentro con Dios.
Noviembre: Por los cristianos perseguidos, para que sientan el consuelo y la fortaleza de Dios y la ayuda de nuestra oración, y para que nunca se invoque el santo nombre de Dios para justificar la violencia.
Diciembre: Por los inmigrantes, refugiados y las víctimas de la trata de personas, para que sea reconocida su dignidad, sean acogidos con generosidad y atendidos adecuadamente en sus necesidades espirituales y materiales.
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