¿En quién tenemos nuestra confianza? ¿En nosotros mismos, en nuestra fuerza, en el dinero y los bienes materiales? (cf. 1 lect.). «Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor» (sal. resp.). «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. [...] ¡Ay de vosotros los ricos, porque ya tenéis vuestro consuelo» (Ev.). Ser cristiano supone confiar en Dios por encima de todo, viviendo la pobreza evangélica. En la práctica, esto se traduce en estar más cerca de los pobres, de los que sufren, compartiendo con ellos nuestros bienes espirituales y materiales, sabiendo que a Dios no lo vamos a ganar en generosidad. Ese es el camino de los justos, que nos lleva a las fuentes de donde brota la vida verdadera (cf. orac. después de la comunión).
La Eucaristía del SÁBADO 12 de FEBRERO, VÍSPERAS DEL VI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO, es a las 20:00 h
Podéis participar PRESENCIALMENTE, o bien ONLINE por Facebook:
o por el Canal de YouTube de la Parroquia San Juan Pablo II (Badajoz) en:
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La Eucaristía del DOMINGO 13 de FEBRERO, VI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO, es a las 12:30 h
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Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche.
Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin.
No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal.
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