XVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
- Sab 12, 13. 16-19. Concedes el arrepentimiento a los pecadores.
- Sal 85. R. Tú, Señor, eres bueno y clemente.
- Rom 8, 26-27. El Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables.
- Mt 13, 24-43. Dejadlos crecer juntos hasta la siega.
La primera lectura y el Evangelio de hoy —con la parábola de
la cizaña— son una llamada de atención sobre la tentación de
meternos a jueces de los demás, excluyéndolos del reino de los
cielos. Nos olvidamos de que Dios en el pecado da lugar al arrepentimiento. Solo cuando vuelva el Señor al fin de los tiempos
quedará claro quiénes son el trigo y quiénes la cizaña, y será él
el que lo juzgará. Mientras, pidamos que nos conceda abandonar el pecado y pasar a una vida nueva, (De) sabiendo que Dios
es clemente y misericordioso (Sal resp) y que el Espíritu acude en
ayuda de nuestra debilidad e intercede por nosotros con gemidos
inefables (2 Lect).
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