ASUNCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA
Solemnidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, Madre de nuestro Dios y Señor Jesucristo, que, consumado el curso de su vida en la tierra, fue
elevada en cuerpo y alma a la gloria de los cielos. Esta verdad de fe, recibida de
la tradición de la Iglesia, fue definida solemnemente por el papa Pío XII en 1950
(elog. del Martirologio Romano).
- Ap 11, 19a; 12, 1-6a. 10ab. Una mujer vestida del sol, y la luna bajo sus
pies.
- Sal 44. R. De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
- 1 Cor 15, 20-27a. Primero Cristo, como primicia; después todos los que son de Cristo.
- Lc 1, 39-56. El Poderoso ha hecho obras grandes en mí: enaltece a los
humildes.
Celebramos hoy que la Virgen María ha sido el primer miembro
de la Iglesia que ha alcanzado ya la resurrección de los muertos.
Figura y primicia de la Iglesia que un día será glorificada, fue llevada al cielo en cuerpo y alma, siendo así consuelo y esperanza
del pueblo de Dios, que todavía peregrina en la tierra. No quiso
el Señor que conociera la corrupción del sepulcro la mujer que,
por obra del Espíritu Santo, concibió en su seno al autor de la
vida (Pf). Y hoy pedimos por intercesión de la Virgen María que
lleguemos a participar con ella en la gloria de la resurrección
(Co y De).
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