II DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
- 1 Sam 3, 3b-10. 19. Habla, Señor, que tu siervo escucha.
- Sal 39. R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
- 1 Cor 6, 13c-15a. 17-20. ¡Vuestros cuerpos son miembros de Cristo!
- Jn 1, 35-42. Vieron dónde vivía y se quedaron con él.
La oración más simple, «Habla, Señor, que tu siervo escucha», es la que hará del pequeño Samuel un verdadero profeta. Y nosotros también decimos: «Aquí estoy», pues sabemos que Dios escucha compasivo nuestra oración. Somos siervos del Señor y de su amor también con nuestro cuerpo, pues con él oramos. San Juan guarda el recuerdo con precisión y lo cuenta con sencillez implicando a los lectores. Una mirada personal de Jesús, que genera confianza, un conocimiento único que refleja el amor de Jesús por sus discípulos, como el conocimiento lleno de amor que tiene Dios de cada uno de nosotros, que nos sondea y nos conoce.
JORNADA Y COLECTA DE LA INFANCIA MISIONERA (mundial y pontificia: OMP): Liturgia del día, alusión en la mon. de entrada y en la hom., intención en la orac. univ. y colecta.
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