Estamos llamados a “sentir y gustar las cosas internamente” (San Ignacio). La mística de los sentidos se centra en esta llamada a “sentir y gustar las cosas internamente”, es decir, presente entre y en medio de ellas.... los sentidos son medio, contacto, diálogo, comunicación, encuentro con lo exterior, la realidad, el otro, es decir, Dios en el mundo. Los sentidos se convierten en expresión –de fuera hacia nuestro interior– de gozos, alegrías, miedos, tensiones, necesidades, peligros, belleza, deseos (procedentes de fuera); y las emociones más variadas, ricas, sutiles del ser humano ‘afectado’ por el otro en su interioridad (en nuestro interior). Y NUESTRA SEMANA SANTA QUEREMOS VIVIRLA DESDE AHÍ... DESDE LOS 5 SENTIDOS: VER-OÍR- TOCAR-SABOREAR-OLER LA SEMANA SANTA... ¡DÉJATE IM-PRESIONAR POR DIOS!
Nosotros continuamos celebrando online y presencial en la Parroquia de San Juan Pablo II. Este video explicativo nos ayudará a situarnos, con responsabilidad y respeto, en nuestra celebraciones presenciales (con un aforo de 30 participantes).
JUEVES SANTO EN LA CENA DEL SEÑOR A LAS 18:30h
TOCA Y SABOREA EL SERVICIO Y EL AMOR
Con la misa que tiene lugar en las horas vespertinas del jueves de la Semana Santa, la Iglesia comienza el Triduo pascual y evoca aquella Cena en la cual el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, habiendo amado hasta el extremo a los suyos que estaban en el mundo, ofreció a Dios Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino y los entregó a los apóstoles para que los sumiesen, mandándoles que ellos y sus sucesores en el sacerdocio también lo ofreciesen. (Caeremoniale Episcoporum, n. 297).
Toda la atención del espíritu debe centrarse en los misterios que se recuerdan en la misa: es decir, la institución de la Eucaristía, la institución del Orden sacerdotal y el mandamiento del Señor sobre la caridad fraterna.
VIERNES SANTO EN LA PASIÓN DEL SEÑOR A LAS 18:30h.
CONTEMPLA LA LOCURA DE LA CRUZ
VIGILIA PASCUAL EN LA NOCHE SANTA a las 20:00h
DISFRUTA DE LA FRAGANCIA DE CRISTO RESUCITADO
Gracias sean dadas a Dios, que siempre nos hace triunfar en Cristo y valiéndose de nosotros esparce en todo lugar la fragancia de su conocimiento. Porque nosotros somos para Dios el buen olor de Cristo, tanto entre los que se salvan, como entre los que se pierden: para éstos, olor de muerte que lleva a la muerte; para aquéllos, olor de vida que lleva a la vida... (2 Cor 2, 14 – 16)
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