martes, 24 de marzo de 2020

BUENOS DÍAS SEÑOR A TI EL PRIMERO. "¿QUIERES QUEDAR SANO? …LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA Y ECHA A ANDAR"

"¿Quieres quedar sano? …Levántate, toma tu camilla y echa a andar"



Buenos días Señor a Ti el primero. 

También nosotros escucharemos tus palabras Señor Jesús en estas últimas semanas de Cuaresma, y en estos día de Cuarentena por el Coronavirus, todos en nuestra casas. Ojalá Señor experimentemos el perdón, la fuerza curativa y vivificadora del amor entrañable y misericordioso que nos tienes. La Cuaresma, y este tiempo cada uno en sus casas, es tiempo de Gracia, estás con nosotros; es tiempo de Salvación, momento de descubrir qué “enfermedad”, qué pecados nos impiden andar, seguirte Señor en nuestro día a día; tiempo para acoger tu perdón gratuito  y para comprometernos a serle fiel. AMEN

Buenos días te doy. Si miro a tus ojos el Amor nos une en el Señor. Buenos días te doy.



No tengas miedo, tú no te rindas, no pierdas la esperanza, no tengas miedo, yo estoy contigo en lo que venga y nada puede ni podrá el desconsuelo retando a la esperanza. Anda… ¡levántate y anda!

No tengas miedo, no desesperes, no pierdas la confianza, no tengas miedo, yo voy contigo siempre y a donde vayas, no dejes que envejezca un solo sueño cosido alguna almohada. Anda… ¡levántate y anda!

No tengas miedo, yo te sujeto solo confía y salta, no tengas miedo, voy a cuidarte, te alzaré cuando caigas; siempre puedes empezar de cero, yo lo hago todo nuevo. Anda… ¡levántate y anda!

Tú eres mi sueño y mi causa no piense que voy a dejarte caer; voy a despertarte y estaré a tu lado para que cada día sea un nuevo renacer, para que tengas vida, anda… ¡levántate!

Damos gracias a Dios, porque la salvación de Jesús también nos ha alcanzado a nosotros…

Gracias, Señor, por tu Palabra
que cae como la lluvia y pone sentido y destino en nuestro camino.

Gracias por el amor, poderoso como un torrente, invencible hasta más allá de la muerte,
que nos eleva y nos llena el corazón de nombres y motivos.

Gracias por tu justicia, que se alza como un grito, como una exigencia, como una llamada
y como el último atisbo de esperanza para quienes sufren lo injusto.

Gracias por hacernos tan de barro, y al tiempo poner tu luz en nuestras grietas.

Gracias por la libertad de quien aprende a caminar sin cadenas
ni más ataduras que la pasión por tu Reino.

Gracias por el pan de cada día, y por poner en nuestra entraña la convicción
de que no podemos estar tranquilos hasta que ese pan llegue a todas las mesas.

Gracias, en fin, por Jesús, camino, verdad y vida.


1 comentario:

  1. Gracias gracias !! Sé que Dios no abandona a sus hijos. Creo e Dios, amo a Dios y espero en Dios !!!

    ResponderEliminar