Buenas tardes:
Hoy hemos querido reunirnos, a pesar de las circunstancias especiales que estamos viviendo, para realizar un nuevo círculo de silencio en el que, como en otras ocasiones, tomamos conciencia, y nos posicionamos como sociedad ante distintas situaciones de necesidad, injusticia y falta de acceso a derechos que en la actualidad vivimos.
También con este acto, buscamos apelar a la responsabilidad de los que hacen las leyes y las aplican para que realmente lleven a cabo una política más respetuosa con la dignidad de las personas, poniendo en el centro a esos colectivos más vulnerables que normalmente quedan fuera de las propuestas y programas electorales.
El tema del círculo de hoy es la situación que estamos viviendo, de aislamiento para muchos, y de trabajo y servicio para otros, debido a este virus que se ha “instalado” en nuestro mundo, llenándonos de temor y sufrimiento y afectando a toda nuestra vida.
En esta sociedad basada en la productividad y el consumo, nos vemos forzados a un parón para aprender a vivir de otra manera. En un modelo social en el que pensar en uno mismo y en los propios intereses es la “norma”, el coronavirus nos lanza un mensaje claro: la única manera de salir de esta situación es vincularnos, hacer emerger en nosotros el sentimiento de corresponsabilidad, de ayuda al prójimo, de pertenencia a una familia, a una comunidad, a un país, concienciándonos de que de mis acciones depende la suerte de otros, y que yo dependo de ellos.
Es la hora de una caridad creativa y responsable para proteger a los más vulnerables. Es la hora de inventarse nuevas formas de presencia. Es la hora de agradecer la bondad y generosidad de tantas personas que se arriesgan y entregan, dispuestas a perder, pero amando a sus familias, vecinos, conciudadanos, y a los más pobres. Es la hora de sostenernos para aliviarnos en nuestras incertidumbres, miedos y tristezas; de alentarnos en la paciencia y la esperanza. Es la hora de tener muy presente a los enfermos y no olvidarnos de los difuntos y sus familiares.
Tengamos presente en estos minutos todo esto.
Gesto
Es necesario parar de hablar un momento, dejar de escuchar la televisión o a las personas, las noticias... Estamos continuamente pendientes de lo que ocurre más allá de nuestro cuerpo, hasta cuando dormimos... Es necesario que paremos un poco y nos sentemos a reflexionar. Esto se consigue únicamente, con la ayuda del silencio.
Hacer Silencio ¿Por Qué? ¿Cuales Son Sus Benificios?
El silencio en nuestro cerebro nos permite restaurarnos, repensarnos.
- Relaja tu mente.
- Te quita el estrés y la ansiedad.
- Evita que tengas momentos de irritabilidad.
- Te ayuda a estabilizar tu tensión arterial.
- Reduce los niveles de cortisol y de adrenalina en la sangre.
- Suaviza las migrañas y dolores de cabeza.
- Refuerza tu sistema inmunológico.
- Eleva tu estado de ánimo.
- Mirarse por dentro
y este nuestro silencio es GRITO... GRITO ALTO Y GRANDE...
- nuestro silencio es GRITO DE AGRADECIMIENTO
- nuestro silencio es GRITO DE CONDOLENCIA
- nuestro silencio es GRITO DE RESPETO
- nuestro silencio es GRITO DE "AQUI ESTOY EN MI CASA"
- nuestro silencio es GRITO DE PROTESTA
- nuestro silencio es GRITO DE ESCUCHA
- nuestro silencio es GRITO DEL CORAZÓN
- nuestro silencio es GRITO DE NOSOTROS
- nuestro silencio es GRITO DE UNIDAD
- nuestro silencio es GRITO DE COMPROMISO
- nuestro silencio es GRITO DE RESPONSABILIDAD
- nuestro silencio es GRITO DE FAMILIA
- nuestro silencio es GRITO DE FRATERNIDAD
- nuestro silencio es GRITO DE FE
- nuestro silencio es GRITO DE ESPERANZA
- nuestro silencio es GRITO DE CARIDAD
Después de terminar este acto te pedimos que te hagas un selfie y lo pongas en el muro de tu Facebook con el hanstad #círculodesilenciocuidándonos
Silencio
Lectura de manifiesto
MANIFIESTO CÍRCULO DE SILENCIO Marzo 2020
Crisis coronavirus:
Crisis coronavirus:
“Yo en mi casa, tú en la tuya, tod@s cuidándonos”
No puede ser de otra manera, nuestro corazón está con vosotros, que habéis perdido un Ser Querido: Padres, Abuelos, Hijos, ... Vuestro dolor es el nuestro y a pesar de la lejanía queremos estar cerca de vosotros estos días.
La vida es digna siempre, no importa el sexo, el lugar o la edad. Queremos deciros que gritaremos, levantaremos la voz con vosotros, pidiendo más medios, dedicación, constancia, lucha, serenidad y sobre todo mirándoos de cerca, a vuestro lado, al lado de vuestro miedo, de no entender qué pasa, y, en el caso de los mayores, de sentir que no sois necesarios.
Deciros, queridos mayores, que sois lo mejor nuestro, somos vosotros y no os dejaremos tirados.
A los que estáis, estamos, enfermos, muchos ánimos. Vivir este tiempo con Esperanza, sintiendo que, pese a las máscaras, guantes y aislamiento, estáis en el corazón de nuestra preocupación.
No podemos salir de esta crisis uno por encima o a costa de otros. Los empleados frente a los desempleados, los que tienen medios económicos a costa de los que no lo tienen, los con guantes por encima de los sin guantes. Es hora de creer en la palabra más hermosa NOSOTROS.
Pedimos a los representantes de los ciudadanos, leyes que protejan el NOSOTROS, propuestas fiscales para hacer una sociedad más generosa, y que lleguen a todos las ayudas y solidaridad entre los territorios, sobre todo con los más afectados Madrid, Cataluña, Italia...
Pedimos a los ciudadanos, generosidad de medios, de tiempo, esta emergencia sanitaria es un barco común no un flotador individual.
Animamos a los empresarios a mantener los puestos de trabajo pese a las dificultades económicas por ser una emergencia nacional.
Y a los que nos estáis cuidando, limpiadores, basureros, policías, panaderos, reponedores, trabajadores de los supermercados y centro comerciales, sanitarios, maestros, profesionales de los bancos, camioneros, trabajadores y voluntarios de Cáritas, otras organizaciones e instituciones, a los que siguen trabajando desde casa, el agradecimiento profundo y esperanzador, porque con vuestro trabajo y dedicación saldremos adelante más pronto que tarde.
A los que nos estáis cuidando quedándoos en casa, gracias de corazón por creer en esa palabra NOSOTROS.
Lo que está pasando, nos pasa a todos, por ello levantemos la cabeza, dejemos ya los modos individuales que queman la economía, la tierra y ahora la propia vida. ¡¡Aprovechemos esta situación para ser más humano, más hermano, más cercano, mejor ciudadano, seamos ejemplares y que Dios se alegre por nosotros!!
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